¿Qué relación tiene el frío con los resfriados?
La palabra «resfrio» proviene presumiblemente de «frío» porque al principio de cualquier catarro o resfriado sentimos escalofríos y tenemos sensación de frío. Cuando nuestro sistema inmunitario está débil, un enfriamiento excesivo del cuerpo o tener los pies fríos y húmedos puede ser el inicio de un resfriado, casi como si este fuera provocado por el frío. En realidad, los virus y, en raras ocasiones, las bacterias son el principal desencadenante de resfriados y catarros. Una vez que los gérmenes se han introducido en el cuerpo a través de gotitas transmitidas por el aire, depende de nuestro sistema inmunitario que nuestro cuerpo derrote a los invasores. Si vencen los gérmenes, aparecerán rápidamente los síntomas que tan bien conocemos: goteo nasal, dolor de garganta o tos, desencadenando ello sensaciones de desanimo y de dolores en las extremidades.
¿Es solo un resfriado o algo más grave?
Además de dolor en las extremidades, la característica más distintiva que diferencia un catarro de una gripe, o incluso de un principio de neumonía, es la temperatura corporal. Si se trata de un resfriado, la temperatura del cuerpo normal puede subir desde 37 °C hasta 38 °C y 39 °C. Si nos sube considerablemente la temperatura corporal (fiebre), ya no estaremos enfrentándonos a un simple catarro, sino a una gripe vírica. En ese caso, es muy recomendable acudir a la consulta del médico. No obstante, la mayoría de las infecciones víricas ordinarias se pueden tratar con fármacos de uso común disponibles en cualquier farmacia. Por lo general, nos encontraremos bien al cabo de unos días.
Más vale prevenir que curar.
¿Por qué algunas personas están constantemente acatarradas mientras que otras son capaces de aguantar la humedad y vientos sin resfriarse?. Nuestro sistema inmunitario, las defensas de nuestro propio cuerpo, desempeñan un papel importante en esto. Un sistema inmunitario fuerte y activo es lo único que puede combatir a los agresores –en este caso, los virus del resfriado–, asegurándose así de que el catarro no tenga siquiera posibilidades de iniciarse. Podemos fortalecer nuestro sistema inmunitario con preparados medicinales de alta calidad adquiridos en farmacia y, de este modo, quizá consigamos pasar el invierno sin resfriados.
Cuide su sistema inmunitario.
Hay muchos factores que influyen en la defensa inmunitaria de nuestro cuerpo. Si más de uno de los puntos que enumeramos a continuación reconoces como tuyos, debes hablar con tu médico o farmacéutico para fortalecer tu sistema inmunitario:
- Comidas de forma irregular
- Demasiados alimentos grasos
- Alimentación desequilibrada pobre en vitaminas
- Demasiados dulces
- Demasiado alcohol
- Tabaco
- Resfriados recurrentes
- Aparición frecuente de herpes labial (úlceras bucales)
- Falta de actividad (física), poco ejercicio
- Sensación frecuente de enfado, pereza o desánimo
- Insomnio
